Discawashing. La delgada línea…

Discawashing: 

La delgada línea entre apoyar a la comunidad de las personas con discapacidad y lucrarse

Por Xavi Dua julio de 2022

Hay formas de saber si un municipio o una empresa o una marca está comprometida con los derechos de las personas con discapacidad o si sólo busca lucrarse (o hacer discawashing, como quien dice).

Julio comienza con decenas de marcas combinando sus logos con fotos de personas en silla de ruedas, es más de modelos con cuerpos normativos sentados en sillas de ruedas o usando iconos de discapacidad en adhesivos en las puertas de sus negocios. Es la época del año en que todos se vuelven a preguntar: ¿en qué momento nos invadió tanto el discawashing?

Entendemos como discawashing cuando una empresa solamente está interesada en hacer dinero. Por ejemplo, cuando nos venden frases estampadas en camisetas que pretenden promocionar el porno inspiracional o mensajes de accesibilidad, o cuando ponen rampas de quita y pon con grado de inclinación inaceptable en sus comercios sin la mera intención de hacer obras de accesibilidad o esos locales de restauración que para tener licencia de terraza tienen rampa pero el aseo adaptado lo usan y llenan de material en plan almacén.

Pero hay otros esfuerzos que son genuinos apoyos a la causa y que, generalmente, son hechos por la misma comunidad de las personas con discapacidad desde dentro de las corporaciones.

Y hay otras que son aquellas que lanzan productos, pero las ventas se destinan a donativos para la comunidad de personas con discapacidad. Aunque se podrían criticar muchas cosas aquí, lo cierto es que al menos hay una intención de apoyar.

Hay quienes creen que el capitalismo y cualquier movimiento social son incompatibles, y hay quienes piensan que la lucha se puede ganar desde dentro. ¿Es posible encontrar un punto medio en esta discusión?

Los errores más comunes que llevan al discawashing.

Es momento de decirle a las empresas que no es suficiente con poner fotos de personas con discapacidad en sus publicidad en redes sociales. Es necesario mostrar un verdadero compromiso con la comunidad. Por ejemplo, reflexionando sobre qué oportunidades laborales les ofrezco.

También, muchas compañías creen que son incluyentes por contratar a personas sordas o con problemas leves de visión o con alguna leve discapacidad intelectual, pero no estarían igual de dispuestas a contratar a personas en silla de ruedas o con cuerpos muy fuera de la norma.

Una cara muy común del discawashing es tener un discurso incluyente, pero ofrecer productos con campañas de marketing capacitistas o discriminatorias. Una verdadera visión de las personas con discapacidad es respetuosa de la diversidad en todas sus formas, más allá de si la discapacidad es visible o no.

Promover espacios de trabajo libres de discriminación y de ambientes tóxicos y capacitista también es una forma de luchar contra el discawashing. Esto se logra por medio de campañas de sensibilización y políticas que sancionen cualquier acto de discaofobia.

Quizás no todas las empresas que publican fotos de personas en silla de ruedas durante julio quieran hacer discawashing o lucrarse con la comunidad; posiblemente sí tengan una intención real de apoyo. Pero el apoyo se expresa más allá de un mes.

Cómo ser una verdadera empresa aliada de la comunidad de personas con discapacidad.

Afortunadamente, hay empresas que se toman muy en serio la diversidad y no sólo lo hacen por discawashing. Y para eso, comienzan desde dentro: con su gente.

La organización Human Rights Campaign realiza, desde hace cuatro años, el ranking Equidad. En él, evalúan el compromiso real de las empresas hacia la comunidad de personas con discapacidad, comenzando precisamente por qué tan diversas son en sus equipos de trabajo.

Algunos de los criterios que se evalúan en estas empresas están sus políticas de no discriminación, que tengan agrupaciones laborales de diversidad funcional y un compromiso público con las diferentes comunidades de personas con discapacidad.

La diversidad de las empresas también se mide según el nivel de oportunidades que una persona con discapacidad tengan de acceder a puestos de alta dirección.

Las empresas, en su mayoría, todavía están recargando sus acciones en temas de mercadotecnia, de comunicación externa (discawashing, pues) pero no asumen la diversidad como un valor dentro de su visión y propósito.

Por último, hay otra forma de saber qué empresas tienen un compromiso real con la comunidad de personas con discapacidad, lejos del discawashing. 

Ser críticos, pero también informados.

Por décadas, las personas con discapacidad buscaron la aceptación y el reconocimiento de diferentes esferas de la sociedad a como fuera lugar, al punto de que muchas personas perdieron de vista la lucha por sus derechos. En este afán de aceptación, cedieron su voz a cambio de presencia de extras con discapacidad en series televisivas.

La comunidad de las personas con discapacidad debe ser más crítica frente al avance de la cultura pseudo incluyente, que aunque puede parecer inocente en realidad desgasta la lucha conquistada durante décadas a favor de los derechos humanos.

Para poder alejarnos del discawashing, hay que entender que las voces protagonistas y los sujetos del movimiento no son las marcas, sino las personas.

Si tú tienes una empresa o comercio, es momento de entender estas diferencias. De esta forma, podrás saber cuándo es un buen momento para apoyar y cuándo, en realidad, hay que dar un paso atrás y dejar a las con las personas con discapacidad hacer su verdadera lucha.

NOTA IMPORTANTE:

El texto que acabas de leer es una adaptación de un texto original en el cual yo solo he substituido el término «LGBT+» por «personas con discapacidad» para darnos cuenta de que la lucha por los derechos de las personas con discapacidad no está tan lejos de las luchas de las personas del colectivo LGTBI+ y otros colectivos vulnerables, lo que sucede es que las personas con discapacidad estamos mucho más invisibilizadas y que por el momento ni estamos de moda. Por el momento estamos sujetos a loobies que viven condicionados a nuestra existencia, sí, somos negocio y se crean puestos de trabajo por el mero hecho de existir, además nuestras vidas son un 30% más caras que las del resto de la población, el mero hecho de salir a la calle ya nos sale caro, nada más salir de casa ya sufrimos el agravio comparativo.

Quizás algún día, estemos de moda porque alguna empresa de productos para todos vea en la diversidad funcional un filón económico, un filón de buenrollismo de marketing y eso se contagie a muchas empresas, nos veas anunciando perfumes, ropa interior, quién sabe… Hasta que eso no ocurra, hasta que las personas con diversidad funcional no estemos de moda seguirá nuestra invisibilidad y ninguneo de nuestros derechos. Recuerda, tú que hoy tienes un cuerpo normativo, que no te preocupa ni la salud ni la accesibilidad, quizá algún día necesites cuidados médicos y poder desarrollar tu vida con los menos obstáculos posibles. Pon de moda a las personas con diversidad funcional, personas con discapacidad, adapta, exige accesibilidad en el transporte, educación, empresas, comercios, ocio… No lo olvides, tú también vas a necesitar todo eso tarde o temprano.

Un político inteligente invertiría en la diversidad funcional pues tarde o temprano lo va a necesitar aunque solo sea por viejo.

 

Texto original:

 

Pinkwashing: la delgada línea entre apoyar a la comunidad LGBT+ y lucrar

 

 

wokii

Pinkwashing: la delgada línea entre apoyar a la comunidad LGBT+ y lucrar

Alejandro Maciel

junio 18, 2021

Pinkwashing: la delgada línea entre apoyar a la comunidad LGBT+ y lucrar

Hay formas de saber si una marca está comprometida con los derechos LGBT+ o si sólo busca lucrar (o hacer pinkwashing, como quien dice).

 

Junio comienza con decenas de marcas cambiando sus logos con los colores de la bandera LGBT+. Es la época del año en que todos se vuelven a preguntar: ¿en qué momento nos invadió tanto el pinkwashing?

 

Entendemos como pinkwashing cuando una empresa solamente está interesada en hacer dinero. Por ejemplo, cuando nos venden frases estampadas en playeras que pretenden rescatar el argot gay, o cuando llenan de glitter cualquier producto, incluso la comida.

 

Pero hay otros esfuerzos que son genuinos apoyos a la causa y que, generalmente, son hechos por la misma comunidad LGBT+ desde dentro de las corporaciones. Es el caso de muchos bancos, como American Express, Scotiabank o Citi a nivel global.

 

Y hay otras que son aquellas que lanzan productos, pero las ventas se destinan a donativos para la comunidad LGBT+. Aunque se podrían criticar muchas cosas aquí, lo cierto es que al menos hay una intención de apoyar.

 

Hay quienes creen que el capitalismo y cualquier movimiento social son incompatibles, y hay quienes piensan que la lucha se puede ganar desde dentro. ¿Es posible encontrar un punto medio en esta discusión?

 

Pinkwashing: la delgada línea entre apoyar a la comunidad LGBT+ y lucrar – tenis-gay-lgbt-683×1024

Foto: Unsplash

Los errores más comunes que llevan al pinkwashing

Es momento de decirle a las empresas que no es suficiente con poner de color arcoíris sus logos en redes sociales. Es necesario mostrar un verdadero compromiso con la comunidad. Por ejemplo, reflexionando sobre qué oportunidades laborales les ofrezco.

 

También, muchas compañías creen que sn incluyentes por contratar a hombres gays, pero no estarían igual de dispuestas a contratar a personas trans o flexibilizar sus códigos de vestimenta para que cualquier persona pueda utilizar la ropa que quiera, sin importar su género.

 

Una cara muy común del pinkwashing es tener un discurso incluyente, pero ofrecer productos con campañas de marketing sexistas o discriminatorias. Una verdadera visión LGBT+ es respetuosa de la diversidad en todas sus formas, más allá de la orientación sexual y la identidad de género.

 

Promover espacios de trabajo libres de discriminación y de ambientes tóxicos y sexistas también es una forma de luchar contra el pinkwashing. Esto se logra por medio de campañas de sensibilización y políticas que sancionen cualquier acto de homofobia, lesbofobia o transfobia.

 

Pinkwashing: la delgada línea entre apoyar a la comunidad LGBT+ y lucrar – pinkwashing-lgbt-gay-683×1024

Foto: Unsplash

Quizás no todas las empresas que cambian sus logos durante junio quieran hacer pinkwashing o lucrar con la comunidad; posiblemente sí tengan una intención real de apoyo. Pero el apoyo se expresa más allá de un mes y más allá del glitter y el arcoíris.

 

Cómo ser una verdadera empresa aliada de la comunidad LGBT+

Afortunadamente, hay empresas que se toman muy en serio la diversidad y no sólo lo hacen por pinkwashing. Y para eso, comienzan desde dentro: con su gente.

 

La organización Human Rights Campaign realiza, desde hace cuatro años, el ranking Equidad MX. En él, evalúan el compromiso real de las empresas hacia la comunidad LGBT+, comenzando precisamente por qué tan diversas son en sus equipos de trabajo.

 

En México, el primer ranking tuvo una participación de más de 60 empresas, que resultaron seleccionadas en diferentes grados. Para 2020, fueron 212 empresas reconocidas. Este aumento del 77% es una señal de que, poco a poco, a las empresas les comienza a caer el veinte sobre cómo ser incluyentes de verdad.

 

Algunos de los criterios que se evalúan en estas empresas están sus políticas de no discriminación, que tengan agrupaciones laborales de diversidad sexual y un compromiso público con las diferentes comunidades LGBT+.

 

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Foto: Unsplash

La diversidad de las empresas también se mide según el nivel de oportunidades que una mujer trans o una mujer lesbiana o un hombre gay tengan de acceder a puestos de alta dirección, sin tener que ocultar su orientación sexual o su identidad de género.

 

El ranking de Equidad MX encontró que, en 2020, 17.5% de las compañías ya tienen una persona de alto nivel que se identifica abiertamente como LGBT. Muy pocas, si las comparamos con la cantidad de empresas que cuelgan banderas de arcoíris afuera de sus empresas.

 

Las empresas, en su mayoría, todavía están recargando sus acciones en temas de mercadotecnia, de comunicación externa (pinkwashing, pues) pero no asumen la diversidad como un valor dentro de su visión y propósito.

 

Por último, hay otra forma de saber qué empresas tienen un compromiso real con la comunidad LGBT+, lejos del pinkwashing. Son aquellas que forman parte de agrupaciones como Pride Connection, donde todas se comprometen a mejorar sus procesos para ser incluyentes.

 

Actualmente, Pride Connection tiene el compromiso de 128 empresas, 17 de ellas mexicanas y muchas otras transnacionales.

 

Ser críticos, pero también informados

Por décadas, las personas LGBT+ buscaron la aceptación y el reconocimiento de diferentes esferas de la sociedad a como fuera lugar, al punto de que muchas personas perdieron de vista la lucha por sus derechos. En este afán de aceptación, cedieron su voz a cambio de programas televisivos de drag queens.

 

La comunidad LGBT+ debe ser más crítica frente al avance de la cultura pseudo incluyente, que aunque puede parecer inocente en realidad desgasta la lucha conquistada durante décadas a favor de los derechos humanos.

 

Para poder alejarnos del pinkwashing, hay que entender que las voces protagonistas y los sujetos del movimiento no son las marcas, sino las personas.

 

Si tú tienes una empresa o lideras una, es momento de entender estas diferencias. De esta forma, podrás saber cuándo es un buen momento para apoyar y cuándo, en realidad, hay que dar un paso atrás y dejar a las personas LGBT+ hacer su verdadera lucha.